La vida es aquello que tú quieres que sea.
Las oportunidades son como una puerta, así como se abren se vuelven a cerrar, pero eso no significa que no se puedan volver a abrir. Recuerda también que cada vez que una puerta se cierra, una ventana se abre. Está sola y únicamente en ti el lograr abrir esa puerta o cerrarla para siempre, y disfrutar del paisaje que te deja ver la ventana. No te dejes llevar por la ambición o el capricho de obtener algo, date cuenta de que muchas veces eso no es lo que te conviene y en ocasiones ni si quiera es lo que TÚ mismo quieres.
Somos tan caprichosos y nos dejamos influenciar con tanta facilidad, que muchas veces no nos damos cuenta de que eso que queremos, no es por nosotros, sino por alguien más.
Piensa y reflexiona, no necesariamente nos tenemos que conformar con lo que ya tenemos solo por que alguien lo diga. Nada está escrito y tú eres y puedes ser quien TÚ y solamente TÚ quieras.
